El tercer día en Kyoto cruzamos de nuevo la ciudad hasta el barrio de Higashiyama, a los pies de una de las colinas que rodean Kyoto. En esta parte de la ciudad, la más tradicional y antigua, destaca el Templo Kiyomizudera que ofrece unas fabulosas vistas panorámicas de Kyoto. Pero lo que más llama la atención es su estructura construida sobre una falda de la ladera y cuya terraza descansa sobre 139 vigas de más de 15 metros de altura. Pero el templo lo componen más edificios diseminados a lo largo de su recinto. Nada más acceder nos recibió una pagoda de tres pisos de altura junto a un pabellón, ambos pintados en un llamativo color rojo. Junto a ellos un pequeño mirador nos descubrió también las vistas de la ciudad de Kyoto.