Este nuevo día en Cracovia amanecía nublado y algo plomizo aunque acompañado de muy buenas temperaturas. Desafortunadamente el astro rey había decidido privarnos de esa luz tan maravillosa que siempre favorece unas buenas fotografías. Tras recorrer el día anterior los principales monumentos de la ciudad -leer aquí el post de Cracovia-, el objetivo principal de este segundo día era visitar las Minas de Sal de Wieliczka, y para ello habíamos reservado la visita guiada en español a primera hora de la tarde, algo casi imprescindible en temporada alta ya que las visitas en español están limitadas. Si no se reserva con antelación se corre el riesgo de tener que hacerla en polaco o con suerte en inglés. Mientras llegaba la hora, y ya que la parada de autobús que va al pueblo de Wieliczka se encontraba muy cercana a la Plaza del Mercado, decidimos pasar parte de la mañana disfrutando de la enorme y preciosa plaza, de sus edificios emblemáticos, de sus bonitas calles adyacentes y de alguna que otra cervecita en las terrazas que rodean la plaza.