domingo, 31 de marzo de 2019

Poznan; la cuna de la nación Polaca


Nuestro "road trip" por las carreteras polacas continuó hasta una de las ciudades más grandes de Polonia. Poznan es reconocida como la cuna de la nación polaca y la capital de la región de Gran Polonia. Una vez que dejamos el coche en el aparcamiento y nuestro equipaje en el hotel nos lanzamos a explorar esta sorprendente ciudad, de larga y convulsa historia, y que aglutina una gran variedad de estilos arquitectónicos en sus calles y sus barrios. Una gran ciudad polaca, a poco que se precie, debe poseer una pintoresca Plaza del Mercado. Y Poznan no iba a ser menos que ninguna otra. Pero antes de nada, nuestro recorrido a pie desde el hotel hasta el centro histórico de la ciudad nos llevó a una amplia plaza, la plaza Wolnosci, con una señorial colección de edificios y la fuente Wolnosci presidiéndola. Más adelante, ya entre callejuelas, una de ellas nos llevó hasta el Castillo Real, en lo alto de una pequeña colina.







Y al fin, la Plaza del Mercado de Poznan. Como las demás increíblemente bella pero ésta con el aliciente de un espectacular edificio del Ayuntamiento de estilo renacentista. La esbelta torre y sus fachadas con arcos profusamente decoradas no tienen parangón, realmente gloriosas. Como en las demás ciudades polacas, la Plaza del Mercado es de nuevo el punto de reunión preferido por los locales y los pocos turistas que visitan la ciudad, y en gran medida sus bajos y plantas bajas se aprovechan para restaurantes y cafés.












En cada esquina de esta plaza cuadrangular se haya una fuente, a saber, la de Proserpina, la de Neptuno, la fuente de Marte y la de Apolo. Siempre son el punto de reunión de los gorriones y palomas de la ciudad y buenos lugares donde buscar una bonita fotografía de recuerdo. En el mismo centro de la plaza una pintoresca hilera de casas con coloridas fachadas albergan en sus bajos tiendas de recuerdos y artesanía local.




Perdiéndonos por las estrechas callejuelas que parten de la Plaza del Mercado de Poznan disfrutamos de los edificios y los detalles que los pueblan mientras caminábamos por sus pavimentos empedrados. Esculturas de santos y buhardillas cuyas ventanas parecen observarnos y nos vigilan desde las alturas nos llevaron hasta la iglesia de San Estanislao, la impresionante iglesia barroca de los jesuitas. La espectacularidad de sus colorida fachada barroca la hace ser una de las más valoradas de Polonia. Sus interiores bien merecen una visita por su abundancia de murales y pinturas. Junto a la iglesia jesuítica se levanta el colegio de los jesuitas igualmente bello.











A poca distancia de la Iglesia de San Estanislao se alza majestuoso el Castillo Imperial, el Dawny Zamek Cesarski. Construido a principios del siglo XX en piedra su uso ha mutado actualmente a un centro cultural con exposiciones de arte moderno. Fue declarado monumento histórico.








En nuestro camino hacia la isla de Ostrów Tumski nos encontramos con una singular y enorme edificio. Se trataba de la antigua fábrica de cerveza de Stary Browar. En estos terrenos se elaboraba la cerveza Hugger y hoy está un gran centro comercial donde encontrar de todo. Como curiosidad la nueva edificación reutilizó muchos de los materiales de la fábrica como los ladrillos.




La Catedral de San Pedro y San Pablo fue construida a finales del siglo X en estilo gótico aunque las sucesivos daños sufridos a lo largo de los siglos han cambiado su estilo hasta el que ofrece actualmente, con mezcla de barroco y románico. Tanto sus fachadas como los interiores de la catedral están construidos en sobrio ladrillo y su nave principal está rodeada de capillas laterales. Está emplazada en la isla Ostrów Tumski. Muy cerca queda el lago Malta donde es posible montar en un pequeño tren de vía estrecha que recorre la orilla del lago. Este tren es conocido como el Maltanka. También se exhibe una antigua locomotora a vapor. 










Dos días intensos descubriendo una ciudad fascinante, llena de historia y con un ambiente local estupendo en la época estival. Poznan es un lugar imprescindible para descubrir la turbulenta historia de Polonia y comprender el espíritu resistente de los polacos.



Esta ciudad fundada en el siglo X ha sido objeto de codicia por parte de suecos, prusianos, alemanes y soviéticos, además de haber sido diezmada la población a causa de las epidemias de peste. En nuestro periplo por Poznan pudimos también -cómo no- disfrutar de su variada gastronomía.



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