miércoles, 15 de abril de 2015

George Town; conociendo los alrededores de Penang


Otro nuevo día amanecía en Malasia. En esta ocasión el Volendam atracó puntual en la ciudad de George Town, en la Isla de Penang. Esta ciudad, declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO, posee un gran atractivo y muchos puntos de interés que ofrecer al visitante que se acerca hasta la preciosa George Town. El legado colonial es enorme y queda reflejado en muchas de las edificaciones del centro de la ciudad. Pero además posee un gran número de templos diseminados por toda su geografía, destacando sobre manera el Templo de Kek Lok Si, absolutamente espectacular. Así que con tantas cosas que explorar, muchas de ellas fuera del casco urbano, esta primera parte voy a dedicarme a conocer y pasear entre estos fantásticos templos, dejando el paseo por el centro de la ciudad para otra segunda entrada más adelante.


Tras negociar con un taxista a la salida del puerto, la primera parada para tomar contacto con los mejores templos fue en el Templo de Wat Chaiya Mangkalaram. Un vistoso templo cuyas superficies resplandecientes brillaban intensamente bajo los rayos del sol. Su interior alberga un gran buda tumbado pintado en vivos colores. Otra de sus curiosidades es que el interior de la base que sustenta al Buda y las paredes de la parte de atrás del mismo están repletas de pequeños nichos conteniendo las cenizas de difuntos, algunos de los cuales tienen ya más de cien años desde su defunción.




Este Templo de Wat Chaiya Mangkalaram es el templo tailandés de mayor tamaño de Penang. Dicen que el Buda reclinado de su interior es el tercero de mayor tamaño del mundo con sus 33 metros de longitud, aunque lo que no deja lugar a dudas es la devoción con que los fieles le rezan. Parece que representa la posición final de Buda en su muerte y simboliza el desapego hacia los asuntos mundanos. Cuanto nos queda por aprender de estas culturas lejanas.


El conjunto del Templo de Wat Chaiya Mangkalaram está diseñado extravagantemente con sus techos puntiagudos y rodeados de resplandecientes dragones y serpientes de colores que relucen bajo el sol. Justo frente a este templo pudimos visitar el Templo de Dhammikarama, mucho más discreto y en el que algunos operarios se encargaban con sus brochas impregnadas de pintura dorada de dotarle de mayor brillo y esplendor.


El Templo de Dhammikarama


























Más tarde quisimos ir a conocer uno de los principales iconos de Penang, y por extensión de la ciudad de George Town. Penang Hill, una colina de más de 800 metros de altitud que ofrece unas espectaculares vistas de George Town y la costa que rodea la Isla de Penang. A ella se accede cómodamente abordo de un funicular que salva la gran pendiente hasta la cima. Este mismo recorrido por las empinadas laderas es un espectáculo en si mismo por la variopinta y frondosa vegetación autóctona que crece en ellas. Muchas de estas plantas exóticas datan del periodo Jurásico, sin duda fascinante.


Una vez en la cima estas señales de madera se encargaban de recordarnos lo lejos que nos encontrábamos de Europa y de nuestra casa. Siempre resulta curioso para el visitante y es posible verlos en diferentes partes del mundo. De hecho también había otros en Malaca.


También en la misma cima de Penang Hill se alzan dos lugares de culto. Un vistoso y colorido templo hinduista al que acudían algunos devotos ataviados con sus mejores vestidos, y una pequeña y discreta mezquita. Los bares y restaurantes de la cima resultan ideales para tomarse un refrigerio, descansar, y sobre todo escapar del ajetreo y del intenso calor del centro de George Town







Y por supuesto, a lo que subimos principalmente a Penang Hill, las espectaculares vistas con las que te premian los miradores. Desde ellos es posible divisar el largo puente que une la Isla de Penang al continente, uno de los mayores y más largos de toda Asia, las diferentes zonas de George Town, su puerto con nuestro Volendam atracado en uno de sus muelles. y justo al lado contrario la inmensidad del Mar de Andamán.




Y por fin.....el Templo de Kek Lok Si, el templo budista de mayor tamaño de todo el sudeste asiático. Su situación es verdaderamente privilegiada, encaramado en la falda de la montaña, lo que permitió construirlo en varios niveles, y con bonitas vistas panorámicas desde el nivel más alto. Podría parecer que su antigüedad se remonta a siglos pero apenas tiene algo más de cien años, Sin duda destaca la enorme estatua de broce de la Diosa de la Misericordia, de más de diez metros de altura.








Este maravilloso templo también es conocido como la pagoda de los 10.000 budas. Sus tres niveles están rodeados de jardines, fuentes y parterres florales que te hace experimentar una gran sensación de paz y bienestar. Visitar todo el complejo lleva más de dos horas para apreciarlo con detenimiento, y en ocasiones los pasillos laberínticos te pueden jugar una mala pasada, aunque si la visita se realiza desde el nivel superior hacia los niveles más bajos no hay riesgo de dejarse nada en el tintero.


La torre de treinta metros de altura, junto a la gran pagoda de RamaVI  son la parte más espectacular de Kek Lok Si. Dentro de los edificios pudimos admirar una gran colección de budas, y hasta los bancos de los jardines están esculpidos en piedra con figuras de monos a modo de patas de sujeción. También en los accesos a una de las pagodas están las estatuas de los doce animales que simbolizan los años chinos, tales como el perro en mi caso, o el cerdo en el año de Ceci. Todos estos simbolismos chinos ya nos hicieron darnos cuenta de la gran influencia de la comunidad china en Penang.




Cuando acabamos la visita a Kek Lok Si nos desplazamos en taxi hasta fuera de la ciudad para visitar el templo de las serpientes. Hace unos cuantos años los reptiles deambulaban libremente por el templo, por lo que tenías que ir apartándolas y con cuidado de no pisar a las encantadoras serpientes. Era una experiencia que resultaba bastante espectacular, pero que ya no pudimos descubrir por nosotros mismos. Resulta que por razones de seguridad ahora está prohibido por las autoridades que estén libres por los suelos. Al parecer  a algunas serpientes aventureras el complejo del templo se les quedaba pequeño y parece ser que se iban de visita a las casas de los vecinos. En fin, nos conformamos con verlas en un gran recinto arbolado que tienen dispuesto para ellas, y ya de ahí  nos fuimos camino del centro histórico de George Town, pero eso ya para una próxima entrega.







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