Sopot, en la costa báltica del este de Polonia, presume de unas fabulosas playas de arena dorada. Ciudad turística por excelencia en verano sus playas reciben a miles de veraneantes procedentes de la cercana Gdansk y del resto de Polonia, y sus calles y hoteles bullen de gente disfrutando de las múltiples actividades y entretenimientos repartidos a lo largo de toda la localidad. En pleno mes de agosto las carreteras que bordean la costa báltica pueden estar muy saturadas de tráfico así que, para intentar escapar de las caravanas de coches, decidimos alquilar unas bicicletas y desplazarnos con ellas desde nuestro alojamiento en Gdansk. Esta parte del norte de Polonia dispone de unos fantásticos carriles bici que comunican las distintas ciudades costeras y que facilitan sobre manera los desplazamientos en bicicleta sin los peligros del tráfico rodado de las carreteras.