Tras familiarizarnos con el downtown de Dubai el día anterior, y ya con nuestros cuerpos más descansados, nos subimos al metro que tiene parada en la misma puerta del hotel Rose Rayhaan para dirigirnos al norte de la ciudad. La dos zonas más antiguas de la ciudad, la de Deira y la del Bur Dubai se encuentran separadas por esta entrada natural llamada Dubai Creek. Ciertamente esta zona de Dubai hierve de actividad comercial en los muelles. Los barcos procedentes de Irán en una gran parte se afanan en descargar sus mercancías para más tarde llevarse sus bodegas y cubiertas repletas de elementos y mercancías que más escasean en el vecino país del otro lado del golfo Pérsico. En Deira las calles son más estrechas, los comercios tradicionales se alinean unos tras otros y la gente -comerciantes y vecinos- se paran a charlar sin aparente preocupación ni prisas ni agobios. En este sentido es la única parte de la ciudad -refiriéndome al conjunto del Creek que linda con sus dos barrios tradicionales- en los que Dubai parece una ciudad de verdad, con una vida de verdad, y con un pulso de verdad. Nada parecido a la otra Dubai, levantada a golpe de "petrodólar", sin planificación ni orden aparente, ni real tampoco, artificial como un parque temático cualquiera. Eso si, un parque tremendamente caro, pero sin alma. Aquello a lo que me refería en la anterior entrada de la ciudad.
En Deira se encuentra el Zoco de las Especias. Éste es el más antiguo de Dubai y aunque sigue manteniendo numerosos puestos de especias no alcanza el esplendor ni el tamaño de otros zocos de especias del mundo árabe. Así todo merece la pena un pausado paseo a lo largo del antiguo edificio y detenerse a charlar con alguno de los tenderos que estarán felices de explicar para que emplean las especias más exóticas y desconocidas para nosotros.
Muy cercano al Zoco de las Especias, disimulado entre callejuelas, se encuentra el muy famoso Zoco del Oro. La zona tiene más de 300 establecimientos dedicados en exclusiva a la venta de joyas de oro, de todas formas y tamaños posibles, y con la opulencia y extravagancia propia de los diseños árabes. El paseo sirve para descubrir qué escaparate expone el conjunto de oro más estrafalario, aunque en honor a la verdad, hay que reconocer que muchas de esas joyas tienen un trabajo ingente para llegar a ese resultado final. No deja de ser un paseo curioso.
Cruzando en una barca el Creek hacia la zona de Bur Dubai por sólo 1 dirham cada uno
Tras pasar un rato en la zona de Bur Dubai y en el paseo marítimo negociamos con el patrón de una de las muchas barcas un paseo por la ría del Creek. Estas embarcaciones tradicionales de madera se llaman abras y las hay a decenas por toda la ría. En principio los precios están establecidos y se encuentran publicitados en los puntos de embarque de estas bonitas y sencillas embarcaciones, aunque por intentar regatear no pasa nada. Otra cosa es que no te funcione la habilidad regateadora, como fue nuestro caso en aquella ocasión.
Un tranquila navegación a lo largo de la ría del Creek es una de las mejores atracciones que puedes hacer en Deira sin lugar a dudas. Bajo mi punto de vista resulta imprescindible y nos brindó otra perspectiva de Deira y de Bur Dubai, a parte de refrescarnos con la brisa salina. Aquí nuestro atento pero callado patrón del abra se brindó para tirarnos unas instantáneas con los primeros rascacielos de Dubai.
Dentro de la navegación por el Creek, éste fue otro de los momentos más esperados por mi. Desde la primera vez que pude ver en una pantalla de televisión o en fotografías en alguna revista de viajes, el edificio del Banco de Dubai me llamó la atención como uno de los edificios más bonitos y estéticos que había podido ver, y estaba deseando poder contemplarlo con mis propios ojos. Y creerme que no me defraudó en absoluto. No es el más alto ni de lejos, ni el más popular, ni suele aparecer en ninguna lista de los mejor de Dubai, pero a mi me pareció una pasada, estéticamente inmejorable, de aspecto liviano y que parece flotar mientras su fachada refleja la vida y el comercio del Creek todos los días. Y nosotros también nos vimos reflejados como parte de esa vida efímera, abordo de nuestro abra tradicional de madera
Nuestro callado amigo no perdía detalle de lo que hacíamos, aunque no hablaba mucho
La cercanía del aeropuerto de Dubai me permitió captar a este Airbus A380 despegando
Seguimos disfrutando de la navegación por el Creek escrutando con la vista todos los rincones de las dos orillas. Pero el tiempo por el que habíamos contratado la barca se iba acabando y debíamos acercarnos a uno de los embarcaderos de la zona de Bur Dubai. Mientras esperábamos un hueco libre en el muelle donde atracar, los habitantes de los barrios históricos de Dubai y algún turista que otro se embarcaban para cruzar a la otra orilla de la ría. La navegación por el Creek fue uno de los mejores recuerdos que me he traído de nuestra estancia en Dubai.
Paseando por la orilla de Bur Dubai que lleva hasta el Heritage Village
2 comentarios :
Lo hemos cruzado en un par de ocasiones, pero no hemos hecho la travesía, la hiciste norte sur?
Embarcamos Ana en el embarcadero del Zoco de Bur Dubai, el zoco de telas y camisetas en la orilla sur del Creek. Los precios son fijos y están publicitados en carteles en el mismo embarcadero. cabe la posibilidad de intentar regatear pero no sacarás demasiado descuento. Desde el zoco navegamos hasta más allá del edificio del Banco de Dubai
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