domingo, 29 de abril de 2012
Sihanoukville; la exótica costa de Camboya
martes, 24 de abril de 2012
Pattaya city
Después de haber llegado al barco de madrugada, este nuevo día nos lo tomamos con más calma, y como tampoco disponíamos de demasiadas horas antes de que zarpara el Zaandam rumbo a Camboya, decidimos tomar uno de los autobuses que Holland America ponía para trasladarnos hasta el centro de Pattaya. Ya habíamos leído con anterioridad lo poco que esta ciudad podía ofrecer, e incluso la historia de como se desarrolló hasta lo que es hoy en día, pero tampoco teníamos demasiadas alternativas con el tiempo que disponíamos. Salimos del puerto de Laem Chabang, y en poco menos de media hora ya estábamos llegando a Pattaya. La parte norte de la ciudad, más cuidada que el resto, la ocupan algunos lujosos hoteles que supongo den servicio al exclusivo club internacional de golf Laem Chabang, diseñado por el famoso jugador Jack Nicklaus. Pero a medida que nos vamos acercando al centro, pudimos observar la realidad de este enclave en el Golfo de Tailandia.
sábado, 14 de abril de 2012
Bangkok. Navegando al atardecer
A primera hora de la tarde, el sol apretaba de lo lindo en el centro de Bangkok, y nosotros ya estábamos en las taquillas de Wat Pho, el templo más antiguo de todo Bangkok, para comenzar la vista al complejo que alberga en uno de sus edificios al buda tumbado de 46 metros de longitud y 15 de altura. Una imagen monumental cubierta de pan de oro, y con unas bonitas incrustaciones de nácar en las inmensas platas de sus pies. Aunque el complejo requiere una visita más detallada al templo central, el Bot, uno de los más bellos de la ciudad de Bangkok, y a la enorme colección de budas que le rodean. Recorrimos el Wat Pho en toda su extensión a través de sus pasillos y jardines, con alguna que otra parada a la sombra de los árboles, hasta que salimos por una puerta opuesta en busca del río Chao Phraya, y de uno de los templos que más curiosidad me levantaba, el Wat Arun. De camino al embarcadero de Tha Tien, ya pudimos comprobar el bullicio de algún mercado local, y también el penetrante olor de los pescados y calamares secos, y en ocasiones el hedor de las aguas estancadas, y que acompaña al visitante en algunas calles y zonas de Bangkok.