La última vez que estuvimos en Tailandia no paramos en la más grande y conocida de sus islas, Phuket. Así que en esta ocasión que la íbamos a visitar lo que más nos apetecía (y queríamos sobre todo) era conocer y navegar en piragua a través de la Bahía de Phang Nga ya en la zona continental, y eso mismo es lo que habíamos preparado en la corta escala del Volendam en puerto. Pero como no todo se puede tener controlado de antemano resulta que, por no se muy bien que problema con las piraguas y otros rollos, en esos días no era posible contratar a ninguna agencia para poder conocer la bahía. Así que nos encontramos en Phuket, con no demasiado tiempo por delante y sin tener pajolera idea de que hacer. Pues bien empezamos pensé en aquel instante. Al menos el paisaje y las vistas que divisábamos desde las cubiertas del Volendam mientras efectuaba las maniobras de atraque en el muelle de Phuket eran prometedoras y nos animaron después de la decepción de no poder desplazarnos hasta la Bahía de Phang Nga. Ya se nos ocurriría algo sobre la marcha.