domingo, 8 de diciembre de 2019

Jerusalén; la Explanada de las Mezquitas y el Muro de las Lamentaciones...dos mundos enfrentados


Tras haber recorrido la Vía Dolorosa - lee aquí la entrada del Vía Crucis - dedicamos la tarde a contemplar con nuestros propios ojos dos de los tres puntos de Jerusalén  que son santos para las tres principales religiones monoteístas del mundo. En este caso la explanada de las Mezquitas -tercer lugar más santo para el islam- y justo a su pies el famoso Muro de las Lamentaciones -los judíos lo llaman Monte del Templo a la explanada- es el lugar de reiterados enfrentamientos entre el ejército israelí y la población palestina. El tercer punto es la Basílica del Santo Sepulcro que, por casualidades de la vida, los patriarcas de Jerusalén decidieron echar el cierre indefinidamente en respuesta a los ataques económicos de las autoridades judías de Jerusalén contra la comunidad cristiana. No nos podíamos creer que, tras viajar a Tierra Santa, no pudiéramos conocer el Santo Sepulcro, el lugar más sagrado para la cristiandad, y todo por la intolerancia y los ataques religiosos del alcalde de Jerusalén. Afortunadamente volvieron a reabrir la puertas de la Basílica tres días después con lo que pudimos acceder a este lugar tan espiritual para el cristianismo. Pero ésto lo dejo para posteriores entradas del blog. Ahora nos ocupan los otros dos lugares santos para el judaísmo y el islam.




Para acceder a la Explanada de las Mezquitas hay que atravesar un control de escáner y detectores de metal ante la policía israelí. Tras ese trámite se accede por unas rampas situadas justo por encima del Muro de las Lamentaciones que ofrecen unas vistas privilegiadas de este lugar tan importante para el judaísmo. Y dejada atrás la rampa entrábamos en el monte del Templo, nombre por el que los judíos conocen a la explanada, y allí, resplandeciente, la que diría que es una de las imágenes que más identifican a la ciudad de Jerusalén, la Cúpula de la Roca. Una de esas escenas que uno siempre quiso disfrutar con sus propios ojos.




Lamentablemente no se permite la entrada al interior a turistas desde hace muchos años pero uno si que puede deleitarse recorriendo sus fachadas y disfrutando de sus magníficos azulejos. Su parte más identificativa, su cúpula de oro, está realizada en cobre dorado y su planta octogonal alberga en sus interior la roca donde, según el Corán, el profeta Mahoma ascendió a los cielos para recibir la primera revelación del Arcángel Gabriel. Este lugar santo lamentablemente es fuente de grandísimas disputas entre árabes y judíos ya que según la tradición hebrea este es el lugar donde se encuentra la piedra del sacrificio de Isaac. Un lugar repleto de historia sin lugar a dudas.




Pero la Cúpula de la Roca no es la única edificación que alberga el complejo de la explanada. En ella pudimos encontrar también el Museo Islámico de Jerusalén, la Mezquita El-Marwani o la Mezquita Al-Aqsa también llamada la Mezquita de la Cúpula Plateada. Esta última es la mezquita más grande de la ciudad de Jerusalén y puede dar cobijo a más de 5.000 fieles en su interior y alrededores.




Después de conocer la Explanada de las Mezquitas recorrimos parte de las antiguas murallas desde el sur de la ciudad hasta la puerta de Jaffa en la parte oeste de la ciudad antigua. A partir de ahí, donde se levanta la Torre de David  que incomprensiblemente a esas horas ya había cerrado, fuimos bajando por la calle peatonal de David. Una estrecha vía repleta de tiendas de recuerdos y artesanías que nos mantuvo entretenidos buscando algún imán de nevera molón y algún que otro recuerdo que llevarnos de la Ciudad Santa. Hasta que nos cruzamos con unas escaleras que dan a un escondido mirador entre los tejados de Jerusalén. Desde este mirador, el "rooftop promenade", se disfrutan de una bonitas vistas panorámicas y los monumentos a apreciar van desde la dorada cúpula de la Mezquita de la Roca hasta las cúpulas de la Basílica del Santo Sepulcro, pasando por las murallas, el barrio Armenio y los montes cercanos que abrazan a la ciudad de Jerusalén. No mucha gente se percata de este mirador, al que se accede por unas escaleras metálicas, y que no deja de ser una plaza levantada sobre los tejados de la ciudad con lo que hace de este rincón un lugar semi secreto.






La noche iba cayendo, y las sombras comenzaban a apropiarse de las calles y edificios de Jerusalén. Nosotros queríamos acudir al Muro de las Lamentaciones al anochecer ya que consideramos que el contacto físico con las antiguas piedras del desaparecido Templo de Salomón sería más fascinante bajo la tenue luz artificial que iluminaba la noche, como así fue al final. Pero antes aún nos quedaba tiempo para pasear por el barrio judío de Jerusalén, visitar la Sinagoga Ha-Kara´im.




Y por último...el Muro de las Lamentaciones, nuestra visita final en un largo día pululando por esta increíble ciudad tan rica en historia. Aunque ya lo habíamos contemplado al mediodía cuando accedíamos a la Explanda de las Mezquitas a través de las pasarelas, debo confesar que el anochecer le confiere una atmósfera especial. Al no poder acceder los dos la vez -las mujeres y los hombres acceden y rezan por separado- primero entró Ceci y más tarde lo hice yo mismo. Los hombres deben cubrirse la cabeza con un gorrito al que se denomina kipá para poder acceder al muro, y para ese fin hay unos recipientes a la entrada con kipá de color blanco que te prestan. Una vez ya en el interior lo primero fue tocar esas piedras que tanta historia, tanto sufrimiento y tantas guerras han visto pasar. Y cómo no, había que dejar el papelito doblado incrustado en las ranuras de las piedras del muro del templo, ahí los dos expresamos nuestros deseos a la espera de que algún día puedan cumplirse. En fín....es una experiencia, sobre todo contemplando la devoción -en casos diría fanatismo- con los que judíos ultra ortodoxos vestidos de las más variopintas formas rezan, imploran, lloran o directamente gritan. Debo confesar que algunos me dieron cierto miedo.









3 comentarios :

Holaaaaaaa.... no se como contactar con vosotros!!!... como estais?. Soy David de Castellón!!! Nos conocimos en Jiva.

Vaya sorpresa David....estamos muy bien gracias. Para contactarnos te pongo el e-mail para no poner teléfonos en público. Cuando puedas me pones tu mail y teléfono para charlar nuestromundoviajero@hotmail.com

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