Y había llegado el día, el sexto día en Sydney íbamos a embarcar en el ms Oosterdam de la Holland America Line en un crucero que nos llevaría por los remotos archipiélagos de la Melanesia en el Pacífico Sur. Nos esperaban quince intensos días a bordo del Oosterdam en los que conoceríamos una parte de Nueva Caledonia, el archipiélago de las Vanuatu e Islas Fiji. Pero antes disponíamos de casi toda la mañana para rematar nuestros conocimientos de esta gran ciudad que es Sydney. Hicimos el check-out en el hotel, y pedimos al amable personal que nos guardara el equipaje en consigna hasta nuestro regreso. Mientras aprovechamos para ir a desayunar a un Starbucks cercano a Hyde Park, que era una de las últimas asignaturas pendiente que nos quedaba en Sydney. Una edificación que se asemeja mucho a un gran mausoleo preside una de las cabeceras de este céntrico parque de Hyde Park. Se trata del Anzak Memorial , construido como homenaje y memoria de los soldados australianos y neozelandeses caídos en batalla durante la Primera Guerra Mundial. En su interior una llama eterna los recuerda y conmemora su memoria, así como diferentes esculturas en bronce y un pequeño museo donde se exponen uniformes, diarios de algún soldado anónimo, armas, postales, condecoraciones y diversos documentos. En la misma zona del memorial junto a Park Street, que es la avenida que parte en dos mitades Hyde Park, se yergue una estatua del mismísimo Capitán Cook.