Este domingo nos levantamos con la tarea de llevar a cabo dos compromisos con nuestra memoria. Y no fueron otros que volver a refrescar las difusas imágenes que conservábamos de Bayona y de San Juan de Luz, dos de las localidades más destacadas del departamento francés de Pirineos Atlánticos, junto a Biarritz, claro está, y la más lejana Pau. La mañana amaneció espléndida, teníamos un bonito y soleado día por delante para poder recorrer las calles y paseos de estas dos localidades, y para tratar de encadenar nuestros lejanos recuerdos de más de dos décadas con la realidad actual de las mismas. Y, aunque nos dirigimos en primer lugar para pasar la mañana a Bayona, empezaré primero por la visita a la localidad marinera de San Juan de Luz que comenzamos a la hora de la comida, y que se extendió hasta el anochecer. Y como iba diciendo, la hora a la que llegamos pedía a gritos una parada en alguno de los muchos restaurantes que pueblan el casco viejo y el paseo marítimo de San Juan de Luz, y cuyas cartas ofertan los mejores productos de la zona, principalmente pescados y mariscos, con lo que de poco tiempo dispusimos para pasear por sus calles. Un breve contacto con el paseo marítimo de la estupenda playa de San Juan de Luz mientras investigábamos los diferentes restaurantes en busca del que más nos sedujera, es lo que dio de si los primeros instantes por las calles de este antiguo pueblo de pescadores.