martes, 23 de septiembre de 2014
Isla de los Pinos; recorriendo la Bahía de St-Maurice
jueves, 18 de septiembre de 2014
Isla de los Pinos; el paraíso en color turquesa
Y llegamos a la Isla de los Pinos. La mañana se presentaba soleada con algunas nubes sueltas, pero el viento soplaba con fuerza así que ese iba a ser el principal motivo de preocupación para nosotros. La presencia del ciclón tropical "Luci", aunque bastante lejana aún, se dejaba sentir en forma de fuertes vientos que complicaba en exceso el desembarque en los pequeños tenders del Oosterdam, y al parecer era motivo de gran preocupación del capitán del barco como es lógico. De hecho el desembarco se llevó a cabo con cierto retraso sobre el horario previsto, pero finalmente pudimos desembarcar entre los primeros grupos de pasajeros a pesar de que las rachas arreciaban por momentos. Para agilizar el proceso no se permitió desembarcar a la tripulación del Oosterdam. Ya en el muelle del barco los tenders golpeaban violentamente con la estructura del mismo, y las olas superaban en ocasiones el nivel del muelle del Oosterdam mojándonos los pies en varias ocasiones, y eso que desde el puente de mando intentaban mantener el costado de babor a sotavento y lo más protegido posible. Es de agradecer el esfuerzo que la tripulación del Oosterdam hizo ese día para que pudiéramos disfrutar de una de las visitas estrellas del crucero, la Isla de los Pinos.
Resulta difícil describir tanta belleza natural concentrada en tan poco espacio. Quizás uno de los últimos paraísos del Pacífico que aún no ha sido invadido por el turismo y que permanece casi virgen. El muelle donde se desembarca en la isla está situado en la Bahía de Kuto, y la fotografía ilustra lo primero que nuestros ojos contemplaron de esta preciosa isla. Una larga playa de arenas blancas como si de harina se tratara, prácticamente desierta con unas aguas de un profundo azul turquesa y rodeada de vegetación y alguno de los típicos pinos columnares, endémicos de Nueva Caledonia. A pie de embarcadero un vistoso grupo de baile nos recibió ataviados con con sus típicas pinturas corporales y complementos de paja., todo un espectáculo visual.