Europa

Patrimonio y diversidad sin igual

América

Un continente, dos mundos opuestos

Asia

El exotismo oriental.

Oceanía

Los lejanos mares del sur

Africa

Tierras de contrastes

Mostrando entradas con la etiqueta Italia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Italia. Mostrar todas las entradas

miércoles, 25 de febrero de 2015

Cremona y Brescia



Cuando se habla de la región italiana de la Lombardía, parece que todos los caminos conducen, en este caso no a Roma, sino a la capital de la moda Milán, o como mucho y en su defecto a Como y su ultra reconocido mundialmente lago. Pero existen otras ciudades verdaderamente monumentales, encantadoras y con una rica historia. Y a eso nos dedicamos ese día, a conocer dos de ellas. Y para ello nos desviamos de la "autostrada" que une Turín con Bérgamo, desplazándonos por las carreteras al sur de las regiones del Piamonte y de la Lombardía. Nuestra primera parada llegó pronto, a poco más de una hora desde nuestra partida del hotel llegamos a Cremona. Ciudad monumental, con una Plaza del Duomo verdaderamente bella y espectacular. Una ciudad armoniosa cuna de grandes lutieres que se aprecia a primera vista debido a la gran cantidad de talleres de instrumentos de cuerda que aún perduran en algunas de sus calles.. No en vano en esta bella ciudad nació el maestro artesano Antonio Stradivari allá por el siglo XVII, constructor de los más deseados violines y violonchelos del mundo, y por los que suspiran concertistas y coleccionistas privados de todo el mundo. Además los meses del estío suelen ser soleados, además de muy calurosos, lo que otorga una luz muy especial a la piedra y los ladrillos rojizos empleados en la construcción de muchos de sus edificios públicos.

Leer más...

domingo, 14 de diciembre de 2014

Alba y Bra; conociendo el Piamonte

Aunque escogimos el hotel en la ciudad de Turín, nuestra idea era pasar la mayor parte de los tres días de que disponíamos antes de tomar el avión a Polonia recorriendo algunos de los pueblos y ciudades más significativos de la región italiana del Piamonte, ya que cuatro años atrás tuvimos la oportunidad de conocerla en profundidad. El hecho de que dichos pueblos no quedaran a más de cincuenta kilómetros de Turín, unido al aliciente de volver a pasear por las encantadoras calles de la ciudad del toro y pasar agradables veladas en alguno de sus encantadores restaurantes, hizo que no nos lo pensáramos. Y por supuesto tuvo mucho que ver el concierto que la banda escocesa "Simple Minds" ofreció en Grugiasco en Turín.


Después de pasar noche en el  hotel NH Bérgamo Airport acudimos a primera hora de la mañana hasta el mostrador de Budget en el aeropuerto para recoger el coche de alquiler que habíamos reservado. Nos dieron un precioso Fiat Panda 4x4  con el que en apenas un par de horas nos había llevado hasta la preciosa Turín, Torino para los italianos. Ese día habíamos pensado pasarlo en la ciudad recordando nuestra anterior visita a la ciudad, pero esta vez sin visitas a monumentos, palacios, iglesias o la Sábana Santa...simplemente caminar por sus calles, sus avenidas, guarecernos de las omnipresentes tormentas veraniegas tan unidas a Torino. Eso si, esta vez también quise hospedarme en uno de los edificios icónicos de la ciudad de Turín, y casi me atrevería a decir que de Italia por lo que significa para la industrialización del país transalpino. La antigua fábrica de coches de Fiat, el famoso"Lingotto", fue una de esas empresas que industrializó el norte de Italia, que dio trabajo y prosperidad. Y yo, a parte de visitarlo, quería pasar un par de noches en ese emblema de la ciudad que tan inteligentemente se le ha dotado de una segunda vida por el arquitecto Renzo Piano. El hotel NH lingotto es una pasada si buscas algo más que simplemente pernoctar, si buscas también conocer íntimamente una joya de edificio histórico.

Leer más...

lunes, 29 de noviembre de 2010

Capri. De como sucumbir a su belleza

A pesar de haber estado anteriormente en dos ocasiones en Nápoles, el hecho de haberla visitado durante unas horas en escala de crucero, no nos había permitido conocer uno de los iconos turísticos internacionales por excelencia de esta zona, y diría que de toda Italia. Y no es otro que la Isla de Capri, frente a la península sorrentina  . Pero lo curioso es que esa fama no es reciente, ya que viene desde los tiempos del Imperio Romano. El emperador Tiberio mandó construir una villa para alejarse de la política de Roma y pasar allí sus últimos años de vida (muy sabio el tal Tiberio...me refiero a alejarse de la política, y además con muy buen gusto). Y ya a mediados de los años  cincuenta,  personalidades como Brigitte Bardot, María Callas, Ava Gadner o Jacqueline Kennedy se fijaron en este paraiso y le colocaron como destino de la jet-set internacional. Quizás estas divas fueron las que pusieron de moda las sandalias caprenses, o los pantalones cortos marineros y blusas inmaculadamente blancas. Ese "look" aún ocupa hoy en día los escaparates de algunas pequeñas tiendas de moda. 

Leer más...

lunes, 22 de noviembre de 2010

Tarquinia. La alternativa en crucero a Roma

Tengo un defecto, bueno… tengo muchos pero no vienen al caso. Pero éste en cuestión si que atañe al tema, y no es otro que lo que me puede gustar regresar a los lugares o ciudades que previamente he visitado en otra ocasión. No diré que esté al mismo nivel que el vicio o la necesidad imperiosa que tenemos por conocer sitios nuevos, pero poco le falta. Y es que cuando vuelves a aquella ciudad en la que ya habías estado en otra ocasión, las cosas se ven de otro modo, te cambia las prioridades de los lugares a visitar y tu vista se fija en cosas que la primera vez te pasaron totalmente desapercibidas. O acaso en una primera vista a una ciudad alguien se fija en los que se desplazan al trabajo en su sccoter, o en las madres y padres que esperan a sus hijos en la puerta del colegio mientras se ponen al día de los chismes más recientes, o cuáles son los productos frescos que esa “mamma” italiana elige en cualquier mercado de Roma y que se llevará a su casa para preparar la comida del día, toda una institución en Italia, me refiero a la hora de la comida, bueno, y a las “mammas” también. Y es que, a pesar de haber estado en cinco ocasiones en Roma y, habiendo visitado todos los monumentos habidos y por haber, no nos aburre nada esta maravillosa ciudad. Simplemente nos dedicamos a profundizar en barrios que, o bien no habíamos visto en anteriores veces, o los conocíamos muy de pasada. Lo que pasa es que acabábamos de estar hacía poco más de tres meses y tampoco es cuestión de desgastarla. Así que había que encontrar una alternativa, ya que nuestro espíritu inquieto no aceptaba una larga estancia de doce horas sólo en Civitavecchia. Y esa alternativa existe y se llama Tarquinia.

Leer más...

domingo, 21 de noviembre de 2010

La ciudad de Lucca. Entrañable, pintoresca, romántica, maravillosa



Lucca ha sido una de las sorpresas más agradable de este crucero. Rodeada en su totalidad por una impresionante muralla rojiza, en su interior no sólo descubrimos rincones encantadores e iglesias monumentales. Lo mejor de todo es que encontramos vida, y no sólo por los numerosos turistas que deambulan por sus estrechas y retorcidas calles. Al contrario de otras turísticas ciudades italianas, que se asemejan a grandes parques temáticos, perfectamente conservadas pero carentes de autenticidad, en Lucca se habita, se hace la compra diaria en bicicleta, se acude al trabajo, sus vecinos se saludan, se conocen, se interesan unos por otros, se reúnen en sus cafés. Es una ciudad viva. Además tiene un ambiente muy tranquilo que nos permitió pasear relajados y sin prisas disfrutando de la inmensa belleza que posee y de un patrimonio envidiable.

Leer más...

lunes, 18 de octubre de 2010

Padua. Ciudad del arte

Ubicada a escasos veinte kilómetros de Venecia, Padua queda eclipsada en parte por esa bestia del turismo italiano que es la Ciudad de los Canales. Esta ciudad parece haber sido creada especialmente para pasear por sus calles, preciosos rincones a orillas de sus ríos, Bacchiglione y Brenta, e infinidad de monumentos y esculturas de diversas épocas agolpándose en sus calles y que invita recorrerlas pausadamente. Una vez que la hemos visitado, no nos extraña que en algunas guías de viajes la nombren como una de las ciudades más ricas en cultura de Italia después de Roma y El Vaticano. Es la ciudad de San Antonio, y eso se nota en la impresionante Basílica de San Antonio donde se conserva el cuerpo del santo en un no menos impresionante Altar, abarrotado de devotos procedentes de todas las partes del mundo, y en la que pudimos contemplar también frescos de Tiziano.

Leer más...

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Bologna. La Ciudad Roja





Bologna bien merece dedicarle toda una jornada. Capital de la región de Emilia-Romagna, esta ciudad, cuyo casco histórico es Patrimonio Mundial de la Humanidad, nos sorprendió por la grandiosidad y lo bien conservado que tiene su centro histórico. Es conocida por la Ciudad Roja debido al color de sus tejados y ladrillos de las fachadas de los edificios. La verdad es que ya íbamos avisados sobre la monumentalidad y lo mucho que merecía la pena visitarla, algo que pudimos observar durante la preparación de nuestro viaje, pero nos ha sorprendido por encima de nuestras expectativas y nos hemos traído un muy buen recuerdo. Quizás haya tenido que ver con ello el ambiente que tenía a pesar de las fechas de veraniegas. No hay que olvidar que Bologna es una de las ciudades universitarias por excelencia y eso llenaba las terrazas y bares de vida. Y no precisamente por el turismo que, aunque también lo hay, no es ni mucho menos tan masivo como el de otras ciudades y localidades italianas, que son literalmente invadidas por hordas turísticas.

Leer más...

viernes, 24 de septiembre de 2010

Módena y Maranello. La galleria Ferrari.




Este día había amanecido con una lluvia perezosa, así que decidimos dedicarlo a visitar Módena y Maranello pensando que, quizás después de visitar La Galleria Ferrari en la que estaríamos a resguardo, el día nos diera una tregua y escampara, como así fue. Maranello es un pequeño pueblo dedicado en su totalidad a vivir y transmitir la pasión roja. Yo llegaba con muchísima ilusión por conocer ese lugar de culto de todos los apasionados al mundo del motor y los coches deportivos más deseados del mundo. Y después de visitarla me dejó con un punto de decepción y no porque estuviera mal montada. Más bien lo achacaría a que no cubrió las expectativas que nos habíamos creado. Pesábamos que un museo como este dedicarían más espacio a esos únicos automóviles de calle creados en los años 60 y 70, con agresivos coupes y roadster de ensueño, pero la realidad es que la competición y la Fórmula 1 llenaban las instalaciones en su mayor parte. De todas formas, estando por la zona y disponiendo de tiempo de sobra, creo que merece la pena la visita aunque sólo sea por el hecho de decir que has estado en el templo del motor. Ver en vivo como es un box de fórmula 1, con pit lane , el pit wal con todas las pantallas de ordenadores y tiempos, una gran colección de fórmulas 1 desde los años 70 al de Felipe Masa del año 2009, una gran colección de motores, la sala de los trofeos y algún que otro modelo de calle (para nuestra desgracia..los menos). Por supuesto no puede faltar una tienda de “merchandising” y la cafetería Ferrari.

Leer más...

domingo, 12 de septiembre de 2010

Verona. Romantico tutto.


Habla. ¡Oh! ¡Habla otra vez ángel resplandeciente!… Porque esta noche apareces tan esplendorosa sobre mi cabeza como un alado mensajero celeste ante los ojos estáticos y maravillados de los mortales, que se inclinan hacia atrás para verle, cuando él cabalga sobre las tardas perezosas nubes y navega en el seno del aire.

Quizás sea éste uno de los motivos por la que es más conocida y más gente acude en masa a Verona, la obra de William Shakespeare, Romeo y Julieta. Aunque desde luego no fue nuestro caso. Esta romántica ciudad era otra de las muchas asignaturas pendientes que teníamos. Ya me picó la curiosidad hace más de veinte años con motivo de la grabación de un concierto que mi grupo preferido de música, Simple Minds, ofreció en La Arena de Verona. Dicho vídeo venía precedido por imágenes y escenas cotidianas de esta histórica ciudad. Y desde entonces decidí que teníamos que visitarla. En este tiempo muchas cosas habrán cambiado, pero lo que es seguro que no es la imagen que se abrió ante nosotros una vez traspasada la Porta Nuova y recorrimos el Corso de igual nombre; el famoso Listón y la bellísima Piazza Bra y detrás, oculto por un pequeño parque arbolado, La Arena. El conjunto arquitectónico que forma El Listón es una auténtica preciosidad, con sus coloridas casas y las animadas terrazas llenas de cafés y restaurantes, daban unas ganas inmensas de correr y sentarse a tomar un refrigerio viendo tranquilamente a la gente pasar en un día verdaderamente caluroso. Pero bueno, una vez recobrado el juicio de nuevo (acabábamos de llegar y ya tendríamos tiempo de descansar), lo que teníamos que hacer era empezar a recorrer cada rincón de esta joya patrimonio de la humanidad, que son muchos y a cada cual mejor.

Leer más...

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Turín. Ciudad de soportales

Teníamos ganas de conocer esta ciudad del norte de Italia, capital de la región del Piamonte y la última gran ciudad italiana que nos quedaba por conocer. Era la primera etapa de nuestro viaje, y la más larga en distancia. Atravesamos toda Francia , desde la costa Atlántica hasta la Mediterránea, y de ahí por la autopista que une la Costa Azul con Lyon y París. Nos desviamos en dirección a Grenoble, ciudad que atravesamos al completo en busca de la frontera italiana, y que por lo que pudimos observar desde nuestro coche, creo que merecerá una visita en el futuro. Y en no mucho tiempo íbamos a atravesar una de esas obras de ingeniería que me dejan perplejo y que si te pones a pensar en lo que tienes por encima de tu cabeza, hace que te sientas diminuto, como un pequeño animalito en medio de un océano. Estábamos a punto de entrar en las entrañas de los Alpes; el túnel del Mont Blanc. Una obra de ingeniería de casi doce kilómetros de longitud que discurre debajo de esta emblemática montaña, y que debido a la limitación velocidad de 70 km/h y la obligatoriedad de guardar 200 metros de distancia entre cada vehículo se hace mucho más largo, o al menos fue nuestra sensación. Al acompañante le dan en el peaje un tríptico con las normas e indicaciones a seguir dentro del túnel. De todas formas esas limitaciones tienen su sentido después de ocurrir uno de los accidentes más graves de Europa hace diez años, en el que el incendio de un camión ocasionó un fuego que duró dos días y medio, y en el que perecieron 39 personas atrapadas en sus vehículos. Como curiosidades el que el letrero que marca la frontera entre Francia e Italia se encuentra dentro del túnel, y cómo no, los 36 euros que te cobran de peaje.


Leer más...

viernes, 2 de julio de 2010

Celebrity Solstice.Pompeya, Nápoles y la despedida.

Pompeya



El último día de crucero, el Solstice arribó puntual a puerto. Después de un buen desayuno tomamos el camino de la cubierta dos para pisar de nuevo Nápoles. Ya habíamos visto por el balcón de nuestro camarote la proa, pero ya en tierra le vimos por completo. Atracado junto al Solstice estaba el Century, en el que estuvimos a punto de ir si no es porque al final no nos cuadraron las fechas de vacaciones.






Después de saltarnos el asedio de los taxistas que se congregan en la estación marítima de Nápoles, cruzamos la calle al quiosco para comprar los billetes del travía y el tren circumvesuviano . Nuestro objetivo visitar las ruinas de Pompeya, ya que Nápoles ya la conocíamos. Llegamos pronto por la mañana a Pompeya, y a pesar que las visitas guiadas suelen llevar alrededor de dos horas, nosotros permanecimos cerca de cuatro. No nos queríamos perder ningún rincón de esta ciudad completamente sepultada por la erupción del Vesubio el 24 de agosto del año 79, y sobre todo descubrir calles y villas en las que estábamos absolutamente solos. La verdad que quedamos maravillados e impresionados por el gran tamaño de esta ciudad perdida en el tiempo, y como los ingenieros romanos la habían planificado y las soluciones dadas para resolver los problemas estructurales que se presentan en una ciudad, como la evacuación de las aguas pluviales. Recomendable la visita al 100% siempre y cuando el tiempo acompañe, como fue nuestro caso con otro espléndido día. Y también la visita a Herculano, mucho más pequeña y mucho mejor conservada ya que fue cubierta con un alud de barro en vez de lava. Pero esta quedará para la próxima visita .

  Frescos incríblemente bien conservados


El Anfiteatro.


   Impresionan las escenas de como quedaron algunos de los habitantes de Pompeya


Una calle de Pompeya. Al fondo en la carretera se observa las piedras elevadas que hacen la función de un paso de cebra


   El Templo de Apolo


Nápoles



Nápoles es una ciudad fantástica, famosa en todo el mundo por sus tesoros artísticos, naturales e históricos, que se extiende a los pies del Vesubio. Tratada injustamente por muchos de sus visitantes debido al abandono de muchos de sus edificios, pero con un indudable encanto. Como punto de partida, la estancia en el puerto de Nápoles nos da un montón de posibilidades a elegir. Desde una visita a la propia ciudad, a las cercanas ruinas de Pompeya y Herculano, la bellísima costa Amalfitana o la isla de Capri e Ischia.


  Ambiente del barrio Spaccanapoli



En esta ocasión, y debido al escaso tiempo que nos restaba después de la extensa visita a Pompeya, decidimos dar un pequeño paseo para recordar viejos tiempos, callejear un poquito y disfrutar de ese ambiente tan caótico y decadente que le confiere el encanto a esta cuidad. Pero el que la visite por primera vez no debe perderse los tesoros que oculta. El Castel Nuovo, a los pies de la estación marítima; el Palacio Real de Nápoles, construido cuando pertenecía a la Corona Española por el virrey de Nápoles para una posible visita del Rey de España Felipe III (que nunca llegó a suceder); el Duomo de Nápoles que es absolutamente espectacular su interior, no puede estar más ornamentado; las Galerías Umberto I (ahora se encuentran andamiadas y en proceso de restauración), el Museo Nacional Arqueológico (como visita sustitutoria e imprescindible si se llega a Nápoles en un día lluvioso y hace incómoda la visita a Pompeya) y por supuesto el barrio Spaccanapoli el más emblemático y antiguo con calles, tiendas e iglesias increíbles.




Por último una ascensión en funicolare al Castel Sant´Elmo para disfrutar de unas excepcionales vistas de la ciudad, el Vesubio y la Bahía. Como podéis ver, Italia es mucho más que el eje Roma, Florencia y Venecia.

  Vistas panorámicas desde las almenas del Castel Sant´Elmo



Otra cosa. Si bien Nápoles es bastante segura, no hay que bajar la guardia ya que existen bastantes carteristas y descuideros. Ha sido en la única ciudad, al menos que hallamos sido conscientes, en la que mi mujer se percató como nos estudiaban unos magrebíes y rondaban y controlaban si yo llevaba la cartera en el bolsillo de atrás. Teniendo en cuenta que ando ensimismado grabando en vídeo y observando los edificios que me rodean, en principio parezco presa fácil. Lo que pasa es que nosotros llevamos unas reglas de precauciones férreas. A saber, la cartera siempre en el bolsillo delantero, la mochila colgada en la parte delantera siempre que hay concentración de gente, el dinero distribuido en diferentes cantidades y así evitar enseñar grandes fajos a la hora de pagar en tiendas, etc.. Cuando vieron que ella se había dado cuenta de la maniobra desistieron de su seguimiento.


Mientras iniciábamos el camino de acercamiento hacia la estación marítima, aprovechamos para sentarnos en una terraza cerquita del puerto y tomarnos unos capuccinos, y gastar los últimos momentos viendo el ir y venir de los napolitanos y el entretenido caos circulatorio que reina en esta cuidad del sur de Italia.


Después de zarpar de Nápoles bajamos al camarote para preparar las maletas antes de cenar. Después de pensarlo un poco, decidimos dejar en la puerta una de las tres maletas que llevábamos , y bajar nosotros las otras dos. En el próximo crucero que hagamos con Celebrity las bajaremos todas nosotros, ya que nos agobia bastante tener que estar haciéndolas y dejándolas en la puerta antes de las diez de la noche. Preferimos prepararlas cuando ya nos retiramos al camarote tarde por la noche.



Este era nuestro camarote. Amplio, comodísimo, sin duda han conseguido unas cabinas muy logradas


  En el baño había un buen número de amenities



Detalle curioso. En el Solstice no hay cubierta número trece. A lo que llega la superstición.


La despedida


En fin, esa era nuestro última noche en el Solstice. Disfrutamos de la cena pero con una cierta sensación de tristeza. Durante nuestra charla, inevitablemente estuvimos repasando nuestras vivencias en este crucero, repasando los aspectos que más nos habían gustado y los que nos gustaron menos, rememorando nuestras andanzas en los distintos puertos y comparando inevitablemente los diferentes aspectos con anteriores cruceros.


Nos despedimos de nuestros camareros, Omar y Canto, y de Rubén, nuestro somelier, y fuimos casi de los últimos en retirarnos del restaurante, ya que la charla se alargó. Nos sacamos unas fotos todos juntos, bajo la atenta mirada de nuestro “amigo” el ayudante de maitre polaco. Yo quería que las fotos nos las sacara este personaje, pero mi mujer me dijo que me cortara, que haber si iba a meter en problemas a nuestros camareros. Mientras tanto, Omar se partía de risa, literalmente. Les agradecimos mucho la atención que nos habían dispensado y las cenas tan agradables que nos habían hecho pasar. No sé si ya lo había comentado, pero en unas de las primeras noches, hablando con ellos, les hicimos saber lo que nos maravillaba el esfuerzo que dedicaban en su trabajo, el peso de esas enormes bandejas llenas de platos que acarrean de la cocina al comedor y viceversa, sirviéndonos todos los platos puntualmente, pendientes de que no nos falte agua o vino en las copas, o pan, o cualquier otra cosa. Preparando las mesas para el turno siguiente, o si no para el desayuno, durante los siete días de la semana, y todo siempre con una sonrisa dedicada a nosotros. La verdad que ya por entonces, cuando se lo comentamos, la cara que nos pusieron fue de perplejidad, seguida poco después por una de agradecimiento y satisfacción por reconocer su buen hacer. Nos comentaron que la gente generalmente era amable, pero era poco habitual que se reconociera su trabajo y menos el ser consciente de la dificultad y perfecta organización en cocinas para dar de comer y cenar a casi tres mil personas. Ya le comentamos que, desgraciadamente, hoy en día es muy poco habitual que se reconozca el trabajo de las personas, ya sea en la mar, en tierra o en el aire. Al menos pensamos que durante esos doce días les hicimos su trabajo un poco más agradable, ya que tuvieron algún problema con una de las mesas que nunca les gustaba nada de la carta.


Cuando salimos del restaurante ya se respiraba el desembarque en el aire. La tripulación preparando el barco frenéticamente, vaciando los jacuzzis, baldeando las cubiertas, sacando brillo a cristales.. Y el Solstice, vacío de pasajeros, parecía un barco fantasma. Supongo que estarían en la cama descansando para el largo viaje que esperaba a la mayoría. Esta vez no nos tomamos nuestra copita en el Sky Observation, ya que literalmente estaba desierto, no había nadie. Así que nuestros últimos momentos de la noche los pasamos paseando por las cubiertas y mentalizándonos que al día siguiente, desgraciadamente, nos “echaban” .

                                       
   Nuestro último paseo por cubierta en el Solstice


 De camino a nuestro camarote por "el barco fantasma"
 
 
Esperando a nuestro transfer. El hecho se había consumado. Definitivamente nos habían echado y nosotros de vuelta a la monotonía diaria con cara de resignación.


Unos de nuestros amigos siempre nos dicen que no entienden cómo nos podemos gastar el dinero en viajar. Con la de cosas que se puede hacer con ese dinero. Una casa más grande, cambiar de móvil cada dos meses, comprar una televisión de plasma de 50´´, adquirir un armario entero de ropa cada temporada..Comprar y comprar, y siempre lo tendrás ahí. Porque de un viaje una vez pasado ¿Qué te queda? Nosotros les decimos que conoces gente nueva, e interesante, ciudades maravillosas, paisajes únicos, civilizaciones milenarias, atardeceres increíbles. Nosotros compramos recuerdos, experiencias, bienestar, volvemos a revivir de nuevo los viajes a esos lugares cada vez que hablamos de ellos, delante de una buena mesa, o paseando por nuestra ciudad, o viendo una matrícula de un coche de ese país que habíamos estado, y que irremediablemente nos traslada allí. Hace no mucho mi madre, que es mayor, me decía que aprovecháramos, que ahora que teníamos salud y podíamos, que viajáramos y disfrutásemos. Es curioso cómo, me decía, cuando llegas a mayor te das cuenta que lo más valioso que posees son los recuerdos y las experiencias vividas. Y cuanto más tiempo pasa más afloran y se hacen más presentes en la memoria, cuando difícilmente te acuerdas de lo que has hecho hace dos días. Pero como dijo alguien, tiene que haber gente para todo.

Bueno… pues esto ha dado de si nuestro crucero. La verdad que después de muchas fotografías y de relatar las vivencias e impresiones que nos hemos llevado a casa hemos disfrutado mucho compartiendo este viaje con vosotros, de verdad.

Leer más...

miércoles, 23 de junio de 2010

Salerno. Crucero Msc Lirica


Este día en Salerno nos despertamos temprano dispuestos a recorrer los rincones más ocultos de esta ciudad. Aunque habíamos valorado la posibilidad de acercarnos a Amalfi, decidimos permanecer en Salerno por creer que sería más difícil volver a esta ciudad que a la propia Amalfi. Para esta última, y la costa amalfitana tenemos nuestros propios planes para un futuro.



Leer más...

domingo, 13 de junio de 2010

Civitavecchia. Crucero Msc Lirica


La principal razón por la que elegimos este crucero en el Msc Lírica fue por lo poco habitual y originalidad de los puertos de escala, lo que nos permitió vivir un crucero más descansado y relajado. La excepción fue Civitavecchia, una escala que requiere de un largo desplazamiento hasta llegar a Roma. Algo que por otra parte no nos importó, ya que nosotros la conocemos como la palma de nuestra mano, y además siempre es un placer volver a perderse por las calles de la Ciudad Eterna de una forma pausada. Por ese motivo, y porque Roma se merece una entrada única, no me extenderé demasiado.

Leer más...

lunes, 7 de junio de 2010

Portofino. Crucero Msc Lírica.




Si alguno de los antiguos habitantes de Portofino levantara la cabeza, no daría crédito al ver en lo que se ha convertido hoy en día este pequeño pueblecito de pescadores. De lo que antaño eran viviendas de humildes pescadores y bajos que servían de almacenes de redes y pertrechos, nosotros hemos visto boutiques de lujo y restaurantes ordenados alrededor de la parte baja y el puerto, zona dedicada en exclusiva al turismo. Deambulamos por sus calles y puerto, en las que no falta ningún diseñador internacional que se precie, y aunque parezca mentira, aún queda alguna barca de pesca mezclada en un mar de yates y motoras de lujo.

Leer más...

Génova. Crucero Msc Lirica

Aunque hayas buscado toda clase de información de Génova antes de iniciar el viaje, visto multitud de fotografías, planificado qué hacer en tu estancia en esta ciudad, que puntos de interés son imprescindibles a visitar y aunque tengas conocimiento de su emplazamiento geográfico, la visión de esta bella ciudad desde la cubierta doce del Lírica sobrecoge. Arrinconada entre el puerto y los montes, las casas se van apilando a lo largo de las laderas. Una vez pasada esa primera impresión, cuando la contemplamos más detenidamente, empezamos a pensar que sería algo caótica y un poco sucia, al menos desde la visión que teníamos en la estación marítima, y que los viejos y destartalados almacenes portuarios (en restauración en estos momentos) también contribuían a crear. Pero tengo que decir que para nada es así. Fue sin duda una de las sorpresas más agradables de las escalas de este crucero.

Leer más...

sábado, 24 de abril de 2010

Bérgamo

Una de las características de las compañías de bajo coste, es que habitualmente operan en aeropuertos pequeños cercanos a las grandes ciudades que anuncian como destino, debido generalmente a  unos costes más bajos en tasas y servicios. Y la caracteristica de una parte importante de los pasajeros que utilizan esas rutas, es que usualmente no reparan en el encanto de esas pequeñas ciudades que utilizan como plataforma para acceder a esos grandes destinos cercanos,y su conocimiento acerca de ellas no pasa del aeropuerto. Ese es el caso de Bérgamo, una bella y próspera ciudad de la Lombardía, en el norte de Italia, que para algunas compañías aéreas sólo es Milán (Orio al Serio).


En nuestro caso tomamos tierra en el aeropuerto de Orio al Serio en un avión de la compañía Myair procedente de Estambul, ciudad en la que habíamos pasado unos días. Nuestra intención era pasar dos días completos en Bérgamo y después tomar el avión de Ryanair en la ruta que la une con Santander. En poco más de dos horas y media desembarcamos en el aeropuerto de Orio al Serio. Teníamos reservado en hotel Palazzo Dolci, situado en pleno centro en el Viale Papa Giovanni XXIII, muy cerca de la estación de tren, zona comercial y de multitud  de restaurantes y terrazas. Debido a que la hora de llegada de nuestro vuelo fué bastante tarde, fuimos directamente a registrarnos y, tras mantener una larga charla con el encantador personal de recepción, subimos a nuestra habitación para descansar y tomar fuerzas para el día siguiente. Tengo que decir, que despues de diez y ocho días de viaje que llevaban nuestros cuerpos a la espalda, el cansancio se empezaba a hacer presente.



Visitar Bérgamo es muy sencillo. Por un lado la ciudad alta sobre las colinas y por otro la ciudad baja extendida en la llanura a los pies de las colinas. Este nuevo día comenzaba para nosotros con un reparador desayuno en la habitación del hotel. Una vez preparados y aseados nos encaminamos a la parada de autobús que estaba frente a nuestro hotel despues de haber adquirido los billetes en un kiosko cercano. En menos de quince minutos el autobús nos dejaba en una de las entradas de las murallas venecianas que rodea la Città Alta. Unas murallas que encierran un compendio de calles y edificios medievales, iglesias y plazas y palacios renancentistas. Tambien existe un funicular a pie de la colina que te deja en el interior de las murallas. Nada más bajar del autobús, lo primero que llama la atención es el Castello en la cima de una colina, en el pueblo de San Vigilio. Desde las ruinas de este castillo se disfruta de unas preciosas vistas de Bérgamo.




Ya en el interior de las murallas los puntos más interesantes son la Piazza Vecchia, con palacios renacentistas y una torre del siglo XII, la Basílica de Santa María Maggiore y el Baptisterio, y la animada calle de Vía Colleoni con muchas tiendas, bares y restaurantes, plazoletas y columna vertebral por la que pululaban infinidad de turistas, sobre todo italianos, al caer la tarde.




También visitamos La Rocca, antigua fortaleza hoy en día dedicada a albergar el museo Histórico con fondos variopintos formados por pinturas, medallas, fotografías, que visitamos gracias la atención de nuestro hotel que nos obsequió con dos entradas, y que no nos entusiasmó demasiado. Quizás lo más positivo que sacamos de su visita fue el precioso atardecer que contemplamos desde lo alto de sus muros.





Más tarde, en cuanto el cansancio acumulado y el hambre nos empezó a apretar, fuimos a una  tratoría que préviamente nos habían recomendado encarecidamente, Antica hosteria del Vino Buono. Situada frente a la entrada del funicular que te baja a la ciudad baja y en los bajos de un palazzo medieval  en la Piazza Mercato d Scarpe con la Via Donizetti, sirven típica comida Lombarda. Si bien la cena que tomamos estuvo bastante correcta, salimos un poco decepcionados al no cubrir las grandes expectativas que nos había generado. Curioso fué observar como en una de las mesas se sentaron dos parejas, que al cabo de un rato de leer la carta, se levantaron de la misma y sin ningún cruce de palabras con los camareros o explicación, abandonaron el local. Hasta ahí, aunque no muy habitual, ya que la carta estaba expuesta en el exterior del restaurante,  digamos más o menos normal. Pero lo que ya nos llamó la atención poderosamente, fué que los siguientes ocupantes de esa mesa calcaron el comportamiento de los que habían estado antes. Tambien se levantaron sin ninguna explicación de la mesa después de ojear la carta durante unos minutos. Nos hizo pasar un rato divertido especulando acerca de las razones que llevaba a la gente a abandonar dicha mesa maldita.



Después de la cena nos fuimos dando un paseo bordeando las murallas hasta una de las paradas de autobús que se encuentran en el exterior de las mismas y donde, mientras esperábamos, disfrutamos de las vistas de Bérgamo bajo. El cansancio y el sueño nos estaba invandiendo por momentos. Por cierto, los sábados por la tarde noche la cuidad alta se convierte en el centro del alterne y la movida de Bérgamo. Ríos de gente invaden las calles en busca de copas y diversión, y como consecuencia enormes atascos de coches y de scooters en los accesos a ella.


El día siguiente nos dedicamos a pasear por la ciudad baja y visitar lo más característico. El teatro neoclásico Donizetti, el museo de la Accademia Carrara, la Porta Nuova, el bulevar Senterione lleno de comercios y terrazas de cafés, donde los bergameses se entregan a su afición favorita; tomar un café y ver y ser vistos. Así que donde fueres, haz lo que vieres. Y de esa forma transcurrió nuestras ultimas horas antes de ir al aeropuerto a tomar nuestro vuelo que nos devolvería a casa.


Leer más...