jueves, 1 de junio de 2017

Liverpool; descubriendo su frente marítimo


Liverpool es de ese tipo de ciudades de las que no esperas demasiado. Quizás su pasado industrial, un puerto importante donde se manejaban mercancías sucias y contaminantes y el posterior declive de la industria que hizo languidecer la ciudad, me hizo pensar en ella como poco atractiva y con escaso interés. Si, sabía que en los últimos años había sido sometida a un lavado de cara puesto en marcha tras su elección como capital europea de la cultura del año 2008, pero desconocía exactamente hasta que punto. Y tras haber pasado por ella debo decir que Liverpool se ha convertido en una de mis ciudades favoritas de Inglaterra. Arribamos a los muelles de Liverpool a primera hora de la mañana dispuestos a explorar lo más posible. El hecho de que el "Caribbean Princess" atracara en pleno centro facilitó mucho las cosas y evitó además pérdidas de tiempo en desplazamientos. Tras nuestro paso por Dublín ahora tocaba explorar Inglaterra -leer aquí el artículo de Dublín-. Ya desde las cubiertas más altas pudimos contemplar por primera vez la ciudad, con la mezcla de edificaciones clásicas con otras de apartamentos de diseño moderno y un vanguardista Museo de Liverpool.  Pero lo que más destacaba eran los tres enormes edificios frente al Liverpool Waterfront y que son conocidos como "las Tres Gracias".


Nada más bajar a tierra nos topamos en el mismo frente del río Mersey con el que es probablemente el edificio más representativo de Liverpool. El Royal Liver Building, construido a principios del siglo XX, destaca en el perfil de la ciudad y junto a los edificios anexos del Port of Liverpool y el edificio Cunard dan identidad a la ciudad y forman las llamadas "Tres Gracias". Esta zona de Liverpool denominada Pier head junto a la recuperada Ciudad Marítima fueron declaradas Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO. Una de las zonas más agradables para pasear junto a la zona antigua del centro de Liverpool. El edificio Royal Liver posee en lo alto de cada una de sus dos cúpulas una escultura de un cormorán  llamado Liver Bird, hoy convertidos en un símbolo. Hay una leyenda que dice que si los pájaros desaparecieran también lo haría la ciudad. Según he leído por ahí parce que los pájaros están encadenados al tejado por si acaso. Esto último no se si será verdad o forma parte de un bulo, pero resulta divertido.




Como parte de la recuperación y renovación del frente marítimo de Liverpool, la ciudad encargó en la primera década del siglo XX la construcción y restauración de nuevos edificios que completaran la limitada oferta cultural que la ciudad ofrecía a los visitantes. Como resultado se recuperaron edificios de almacenes y los antiguos astilleros y se levantó un precioso edificio vanguardista junto al río Mersey. Este edificio alberga al Museo de Liverpool, un museo cuya entrada es gratuita y que ofrece al visitante la posibilidad de descubrir la historia de la ciudad y como creció al abrigo de sus importante puerto marítimo.




Su vanguardista diseño interior estaba acorde al espectacular exterior y sus amplias cristaleras nos proporcionaron bonitas vistas del Liverpool Waterfront por un lado y del Albert Dock por el otro. En este museo pudimos conocer artistas y deportistas de Liverpool, saber más sobre su famoso club de fútbol, contemplar material y cartelería de The Beatles o subir a uno de los antiguos vagones de tren que prestaba servicio a la ciudad. Un repaso por la historia desde los primeros asentamientos hasta los tiempos de mayor esplendor.




Junto al Museo de Liverpool, en el mismo Waterfront de la ciudad, construyeron la terminal de los ferry que cruzan al otro lado del río Mersey y los que llevan a otras poblaciones cercanas o a la isla de Man. Diseñado por otro estudio de arquitectura distinto al que diseñó el Museo de Liverpool, esta bonita terminal es casi una continuación del propio museo y complementa la imagen de vanguardia que Liverpool quería proyectar.




Continuando el paseo por el frente marítimo de Liverpool llegamos a una de las zonas degradadas recuperadas para el disfrute ciudadano y de los visitantes de Liverpool, y cuya recuperación comenzó en la última década del siglo XX y aún continúa estos primeros años del siglo XXI. Los antiguos muelles y astilleros forman tres dársenas que completan el frente marítimo de la ciudad. Viniendo desde el Pier Head nos topamos con Canning Dock, dársena donde reposan algunos buques antiguos. La siguientes dársenas fueron Salthouse Dock y la más famosa, Albert Dock.




Precisamente en Albert Docks está uno de los mejores museos de Liverpool. La Tate Liverpool posee una buena colección de obras de arte contemporáneas entre las que destacan pinturas de Francis Bacon, Matisse, Picasso o Dalí con su famosa obra "teléfono langosta". Este completo museo también se puede visitar gratuitamente. La recuperación de los antiguos astilleros y los almacenes abandonados no sólo se ha centrado en una actuación estética. También se ha dotado de contenido y utilidad a los edificios y alrededor se han establecido restaurantes y muchas actividades de ocio. Para mi es un logro cuando se recupera la historia de una ciudad y se le da otra nueva vida en vez de demolerla. Eso demuestra sensibilidad e inteligencia por parte de los gobernantes que lo promueven.




Otro de los puntos estrella de Albert Docks es, sin lugar a dudas, el Museo de la Historia de los Beatles. A diferencia de los otros museos éste cuesta 16 libras por persona y a tenor de las colas para entrar es de los más solicitados. El museo cuenta la evolución de Los Beatles desde sus comienzos en Liverpool en los lugares emblemáticos como The Cavern Club o los Estudios de Abby Road hasta la conquista del mundo por estos cuatro muchachos de Liverpool. Un viaje interactivo que repasa sus etapas a través de fotografías, entrevistas y objetos como el piano de John Lennon.


Maravilloso perfil de los edificios de Liverpool desde la Salthouse Dock junto al barco-faro

Dejando atrás los muelles y las dársenas del Puerto de Liverpool, y ya de camino a la enorme Catedral Anglicana, aún pudimos ver antiguos almacenes y edificaciones en ese característico ladrillo de color rojizo abandonadas a su suerte. Y es que después de más de más de dos décadas de recuperación, y tras la declaración de Patrimonio de la Humanidad, todavía sigue en marcha el proceso. También como parte del plan de relanzamiento y recuperación del frente marítimo para los ciudadanos, se construyeron en terrenos baldíos anexos al río Mersey el anfiteatro ACC Liverpool inaugurado durante la capitalidad europea de la ciudad, junto a varios hoteles, centros de exhibición y cómo no, también una noria a semejanza de muchas otras ciudades llamada la Rueda de Liverpool. A nosotros aún nos restaba explorar el centro de la ciudad, sus pubs y sus edificios georgianos. Pero eso será en la siguiente entrada del blog.




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