Antes de comenzar nuestro viaje por los fiordos noruegos, y repasando los lugares a visitar en nuestro crucero a bordo del Queen Mary 2, pensábamos en Stavanger como una ciudad industrializada que ha crecido al abrigo de los hallazgos de gas y petróleo, y con un pequeño barrio de pescadores casi como único punto de interés, testigo mudo del pasado pescador de esta localidad del sur de Noruega. Y, si bien es cierto que no es el paradigma de la belleza nórdica, si que resulta muy agradable de visitar y al final se convirtió en una de las sorpresas agradables en nuestro recorrido por los fiordos noruegos. El día amaneció soleado, con buena temperatura, pero muy ventoso. Lo primero que decidimos visitar nada más desembarcar del barco fue el barrio de pescadores, el "Gamle" Stavanger , una concentración de 173 casas de madera del siglo XVIII, un auténtico museo al aire libre, donde los habitantes de las casa las cuidan con esmero, y parecen competir en conseguir el premio al jardín más decorado. Pequeñas galerías de arte y alguna tienda de productos de artesanía bien merecieron una parada. Estuvimos largo tiempo recorriendo cada esquina, cada rincón de esta encantadora parte de Stavanger.