El cuarto día en Sydney aprovechamos para conocer más de cerca el centro comercial y financiero, que a su vez alberga algunos de los edificios más característicos y con valor histórico que aún conserva la ciudad más grande de Australia. Comenzamos por el "Queen Victoria Building", un fantástico edificio victoriano con multitud de comercios, cafés y restaurantes distribuidos a lo largo de sus cuatro plantas. En uno de ellos fue donde al fin sucumbí a la compra de un didgeridoo, el ancestral instrumento aborigen, símbolo por excelencia de Australia. Y como te lo ponen muy fácil enviándolo a casa por agencia de transporte en sólo cuatro días, lo único que tuvimos que hacer fue elegir el más bonito de la tienda (eso fue fácil) y pasar la tarjeta mágica por el datáfono (eso ya costó algo más).