En el nordeste de Kyoto existe un sendero a orillas de un canal que es famoso entre los visitantes de la ciudad de las geishas y también entre los propios kiotenses. Un agradable paseo de algo menos de dos kilómetros de longitud y que recibe su nombre del filósofo japonés Kitaro Nishida. Se dice que este profesor de universidad venía a caminar por este sendero en sus momentos de introspección interior. El paseo está salpicado de multitud de cerezos que se asoman al canal y que en primavera deben proporcionar un espectáculo sin igual. De todas formas pudimos ver unos cuantos que iniciaban tímidamente su floración para regalarnos sus bellos colores, y a cambio, en estas fechas tardías de febrero, pudimos pasear tranquilamente casi son cruzarnos con un alma. Porque este paseo en primavera está, literalmente, intransitable debido a las multitudes.