Restaurante Murano à la carte
Y esta es la playa de Paradise
Y este el Club Paradise
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Bueno, y ahora a uno de los temas culinarios.... Abstenerse los que no hallan cenado. Siguiendo las recomendaciones de los foristas de cruceros que habían pasado antes por el Solstice, nos dispusimos a pasar una de las noches más agradables embarcados. Teníamos nuestra reserva en el Murano. Convenientemente la compañía ya nos lo había recordado con una tarjeta en nuestro camarote. Y, por si eso no fuera suficiente, al regresar a nuestro camarote después de un día de andanzas teníamos otra tarjeta recordatoria encima de la cama. Y eso que el cubierto ya estaba prepagado desde España, concretamente cuatro días antes de embarcar en el Solstice. La reserva la teníamos para las nueve y media, pero a eso de las nueve menos cuarto sonó el teléfono y era el maitre del Murano, indicándonos que ya podíamos acudir cuando gustásemos. ¡Imposible!, teníamos que ponernos guapetones para la ocasión, y en mi caso me iba a llevar un ratito. Como ya indiqué anteriormente fue una gran experiencia, y aunque el ambiente no os lo puedo transmitir, al menos os pondré los platos que degustamos ( ¡Huy!... degustamos. ¡Jo!, que fino me he vuelto desde que he regresado).
Comenzamos con las entradas.
Para empezar una mollejas doradas y crujentes con chalotas, alcaparras, puré de albahaca y tomates secados al sol.
Seguimos con un Tian de cangrejo Peekytoe, Gravlax de salmón curado y Mousse de aguacate
A continuación les ofrecemos unas veneras(vieiras) Diver a la Wellington con emulsión de trufas negras y fondue de espinacas
Seguidamente su plato, Filet Mignon dorado a la sartén, cabernet demi, bouquetière de verduras y pomme mousseline con cola de langosta asada y su salsa de mantequilla
Para acabar les ofrecemos una selección de postres Celebrity para dos
Espero sinceramente que hayan disfrutado de esta experiencia culinaria
El lugar donde ocurrió todo, Restaurante Murano à la carte. Fueron hechas justo después de la cena, así que, como dijo Groucho Marx : "Perdonad que no me levante"
Mikonos
Lo he reconsiderado y en vez de tratar nuestras percepciones del barco primero, lo voy a colocar todo cronológicamente, lo que quiere decir con las escalas incluidas.
El año pasado tuvimos una escala muy larga en el Norwegian Jade, con lo cuál nos pateamos muy a fondo Mikonos Town. Así que en esta habíamos previsto visitar otros puntos de la isla. Para ello alquilamos una "burra", es decir un quad, y nos encaminamos a hacia los lugares que previamente habíamos señalado en casa cuando preparábamos el crucero. Tengo que decir que la primera sorpresa nos la llevamos la noche anterior, cuando en el today señalaba que el desembarque en Mikonos se realizaría en tenders, pero cambiando el sistema del día anterior en Santorini totalmente. Con todo ya nos empezó un tembleque en las piernas por ese motivo. La razón de dicho tembleque la explicaré más adelante. En la documentación del crucero ponía que atracaba en muelle, y lo mismo en la página de Celebrity. En fin, llegado el momento, bajamos al Celebrity central donde repartían los tickets y previa presentación a la tripulante que llevaba el tema y estar listos para desembarcar, nos dijo que nos dirigiéramos hacia el muelle del barco. Un desembarque rápido y PERFECTAMENTE organizado. Una vez en tierra, y pertrechados con los cascos y la "burra" nos fuimos con mucha ilusión hacia Platis Gialos para ver las playas de Super Paradise y Paradise.
La primera en visitar tocaba Super Paradise y esto es lo que nos encontramos.
A ver... Ya se que era noviembre y no verano, y por eso no me esperaba encontrarme con la música de los clubes a toda pastilla y un montón de tíos y tías con cuerpos de escándalo bailando sobre las mesas y sujetando daikiris con sombrillitas de colores. Pero al menos en mi cabeza me imaginaba una cala y una playa espectacular. Algo parecido a lo que su nombre indica (paraíso). Pero en fin, estas cosas son las pelotas que a veces nos formamos en la cabeza. De todas formas nos gustó mucho visitarlas, y la playa de Paradise nos gustó más que la de Super Paradise.
Esta es una preciosa iglesia que se encuentra en la bajada hacia Super Paradise
Y esta es la playa de Paradise
Y este el Club Paradise
Continuamos la visita al sur de la isla llendo hacia Agios Ioannis, que se encuentra en una península unida a la isla principal por una estrechísima franja de tierra y que forma dos preciosas pequeñas bahías. Un sitio que merece la pena visitarlo
Y unas escenas de Mikonos
Otras fotografías de Mikonos. Después de entregar la "burra" para rematar el tiempo que nos quedaba nos fuimos a la terraza "sunset bar" en la Pequeña Venecia para tomarnos uno de esos maravillosos cafés que hacen los griegos.
Los molinos. Ahora han perdido la utilidad para la que fueron creados y son viviendas actualmente. No recuerdo el valor de compra de cada uno pero es una pasta gansa (alrededor de dos millones de euros).
Panorámicas de Mikonos Town
Encaminándonos sorteando las olas hacia el Sunset Bar
Vistas desde el café
Un inciso en Mikonos. La "cabrita" de la griega que nos alquiló el quad, nos dio uno superreluciente, inmaculado, precioso, pero el muy desgraciado no pasaba de 25 Km/h. Cada vez que había una cuesta no tiraba nada de nada. Nos adelantaban hasta las tortugas. Para llegar a Super Paradise hay una cuesta hacia abajo de "pelotas" con perdón. Mi mujer estaba acojonadita mirando la pendiente hacia abajo. Pero ingenuo de mi, lo que no pensé es que si la bajaba, luego tendríamos que subirla. Así que cuando llegamos abajo y me paré a pensar en ello, casi no disfruté de las vistas pensando si el puñetero quad sería capaz de subir por ese pedazo de cuesta. Afortunadamente subió, eso si a 2 Km/h y con mi mujer a patita con una cara de mala leche... que si coge en ese momento a la del alquiler la estrangula. Por no decir que encima estaba mal de punto y se nos paró más de una vez, y ya temíamos que nos dejara tirados por esas carreteras de Dios. En fin, una pequeña aventura.
Santorini
Santorini es la isla del Mar Egeo que más nos gusta y atrae (al menos de las que conocemos), quizás por ser la única del Egeo de carácter volcánico y por su historia geológica. A pesar de haber estado en ella en dos ocasiones, nos hacía mucha ilusión volver y nuestros planes eran alquilar una burra ( quad, que no burro ) dirigirnos al sureste de la isla para visitar las playas, ir a Perissa, Perivolos, Kamari y Akrotiri.
Después de la aproximación, espectacular como siempre, el Solstice se estabilizó frente a Fira a las 14:07 y las excursiones contratadas con Celebrity comenzaron a desembarcar a las 14:12. Digo esto porque nuestro balcón del camarote daba a los muelles del barco y nos entreteníamos contemplando el desembarque a la espera que llamaran a nuestro número. El sistema empleado para desembarcar por libre era el reparto de números que comenzó a las seis de la madrugada. Yo bajé a las siete y media a por el nuestro. Aquí ocurrió el suceso más decepcionante de todo el crucero, el cual quedó reflejado también en nuestro cuestionario de satisfacción. ¿Cual fue el problema? Pues el siguiente :
Lo habían organizado de tal modo que los dos muelles en exclusiva se dedicaban a desembarcar excursiones del barco. Primer problema. Algunos de los tenders estuvieron durante 15 o 20 minutos amarrados al muelle del barco sin que nadie subiera a ellos. La razón es que las excursiones reunidas en el teatro tardaban una eternidad en encaminarse a la salida de los muelles. Cuando los sobrecargos encargados del desembarque se dieron cuenta que se iba a eternizar, procedieron a adjudicar uno de los dos muelles para los pasajeros por libre. Segundo problema. Llamaron a los números 0, 1, 2, y 3; parecía que el tema a partir de ese momento iba a ir ágil. Qué equivocado estaba. Porque hasta que no tenían todos los cartoncillos de los números esos recolectados en la mano, no llamaban a más números. ¡Increible! Igual algunos de los pasajeros que tenían uno de esos cuatro números andaban vaya usted a saber dónde. Cuando al cabo de otra hora más se dieron cuenta que el sistema no iba a funcionar así, y además, pasajeros norteamericanos vestidos y preparados para salir presionaban al ver los tenders esperando vacíos, decidieron llamar a más grupos de números sin esperar a recopilar todos los cartoncillos. Bueno, bueno, cuando ya me frotaba las manos y veía que iba a desembarcar por fin aunque fuera con dos horas y media de retraso, me esperaba a mi y a todos los demás un nuevo varapalo. Tercer problema. Retrasos de las excursiones del barco y acumulación en el teatro, supongo, y dedican los dos muelles a ellas, con el consiguiente enfado de muchos de los pasajeros congregados en los salones y en la promenade. No aburro más, el resultado fue, aparte del aluvión de protestas en el mostrador de guest relations por parte de norteamericanos indignados, que no pudimos visitar Santorini porque para subir a Fira a las 19 horas, de noche cerrada y justo en el momento que llegaba una tormenta de lluvia, como que no, cuando el resto del día había sido soleado ( Poseidón se había aliado contra nosotros ). La explicación que los responsables dieron del desmadre creado era achacarlo a las condiciones meteorológicas por el viento. Lo curioso es que el viento y las corrientes no afectaba a las excursiones de la naviera, ni tampoco al Splendor OTS que también estaba allí, ni a las pequeñas embarcaciones tender de Santorini. De todas formas es el Egeo y siempre hace viento, y al día siguiente las condiciones en Mikonos de viento si que eran peores. No soy capitán, pero si soy patrón de yate, y aunque sea sólo un poquito, muy poquito, algo se de ello. De todas formas nosotros nos lo tomamos con filosofía ( qué vas a hacer ). Menos mal que al día siguiente en Mikonos cambiaron el sistema de desembarque y fue perfecto del todo.
Bueno pues pongo las únicas fotos que pude tirar de Santorini. Ahí se puede contemplar la mar embravecida y las atroces corrientes arrastrando las pequeñas embarcaciones de Santorini.