Una de las imágenes más famosas y reconocibles de Japón portada de muchas guías del país del Sol Naciente, la puerta Ootorii sobre las aguas de la Isla de Miyajima. Este enorme torii vigila desde hace siglos el acceso al templo Santuario de Itsukushima construido en el siglo XII. La Isla de Miyajima siempre ha sido considerada un territorio sagrado puesto que en ella han convivido desde la antigüedad dioses y hombres. Llegar a la isla es muy sencillo y cómodo desde la estación de Hiroshima. De allí parten los trenes hasta la estación de tren de Miyajimaguchi, y de ahí a unos cientos de metros estaban los muelles donde parten los barcos transbordadores hacia la isla. En nuestro caso al estar en posesión de la tarjeta Japan Rail Pass embarcamos directamente en los ferry de la compañía JR sin tener que pasar por taquilla. La travesía por el mar lleva unos diez minutos en los cuales pudimos disfrutar de los bellos paisajes que la Isla de Miyajima ofrecía con su agreste orografía. También pudimos ver de cerca los enormes campos de cultivos de ostras que abastecen a la región y a una parte importante del Japón.