La ciudad de Caen sufrió lo indecible los bombardeos aliados en la Segunda Guerra Mundial. Un capítulo de la historia del desembarco del que casi no se habla y que tuvo como resultado la muerte de más de 20.000 civiles a causa de los bombardeos aliados, y una destrucción de la ciudad de un 80 por ciento de su superficie. Y en parte parece que no se habla demasiado de este episodio porque se hace difícil de asumir la contradicción que los amigos aliados causaran tantas muertes y tanto dolor al pueblo normando y a la vez fueran sus libertadores. Es posible aprender mucho más acerca de este capítulo de la historia en una visita al museo del Memorial de Caen, uno de los lugares más visitados de la ciudad. Pero al margen de las historias de guerra inherentes a una visita a Normandía, la ciudad de Caen una vez concluida la reconstrucción volvió a brillar con luz propia, con sus grandes monumentos destacando sobre el horizonte de la ciudad y con la apacible vida tan típica del norte francés plenamente recuperada. Y en esas estábamos nosotros, en recorrer las calles y la historia de Caen, comenzando por la sobria iglesia de Notre Dame de Froide Rue.