El quinto día de estancia en Tokio lo habíamos reservado para salir a conocer la localidad de Nikko que aglutina uno de los mayores y mejores conjuntos arquitectónicos de todo el Japón. Este lugar, declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO, se encuentra a algo más de dos horas en tren de Tokio. Así que este día nos tocó madrugar un poco y tomamos un tren rápido en Shinjuku que nos llevó en dirección norte hasta la estación de Omiya, donde tomamos un tren bala hasta Utsonomiya, y de ahí la línea nikko line hasta el pueblo de Nikko. Parece algo lioso pero en la práctica es muy fácil y cómodo gracias a la aplicación de Hyperdia que ya te lo da todo mascado. En la estación de Omiya pudimos viajar por primera vez en los famosos trenes bala del Japón, los Shinkansen. Y para este primer estreno nos esperaba nada más y nada menos que un aerodinámico y espectacular tren, más moderno que la serie N700, el Hayabusa, pintado en unos preciosos colores verde, blanco y rosa, siendo el Shinkansen más moderno que existe hasta la fecha y capaz de superar los 300 km/h. Toda una experiencia.