Tokio es una ciudad que hay que disfrutar con calma, con mucha calma, y ya no sólo por su gran tamaño sino porque algunos de sus distritos es imprescindible conocerlos de día pero también de noche. En la noche de Tokio hay dos referentes: uno sería la zona de Roppongi con sus pubs, karaokes y discotecas, mientras que la otra es Shinjuku, y sobre todo Kabukicho donde hay ambiente las 24 horas del día. Por la noche Shinjuku enciende sus luces de neón y casi diría que hace la noche día con tanta luz. Es la imagen que tenía de Tokio, la que tantas veces había podido ver en fotografías, la imagen de una ciudad futurista con increíbles coches volando entre los edificios iluminados por miles de rótulos publicitarios, tal como puede verse en las antiguas películas de ciencia ficción. Sólo faltan los coches volando, pero siendo Japón es cuestión de tiempo que lo veamos.