La tarde en la isla de Java continuó intensa. Recuerdo cuando regresábamos sobre nuestros pasos en el coche la sensación de haber vivido uno de esos momentos viajeros que permanecen en la memoria para siempre. Las imágenes que me venían del Templo Borobudur unido a los impresionantes paisajes de Java que podía contemplar desde la ventanilla llenaba mi espíritu de satisfacción. Pero aún quedaba otro plato fuerte, los templos hinduistas de Prambanan. Otra de las maravillas que Yogyakarta posee en sus alrededores. Aunque antes decidimos parar en otro magnífico templo en la pequeña localidad de Mendut. El Templo Budista de Mendut que data del siglo IX y desde entonces contempla el devenir de los tiempos. La parada es obligada ya que se encuentra a menos de cinco kilómetros de Borobudur. En nuestro paseo por la aldea también entramos al monasterio budista que se encuentra cercano al templo y pudimos ver algo de la vida de los monjes budistas con sus salas de oración y una gran estatua de Buda reclinado.