Cork es la segunda ciudad en importancia de la República de Irlanda. Llegamos a la ciudad en un día gris y plomizo, algo habitual en el cambiante e impredecible clima de la isla, tras una noche de navegación desde nuestra escala anterior en St Peter Port -más sobre el artículo de st Peter Port-. Tras desembarcar del crucero en la pequeña población costera de Cobh tomamos el tren en la estación que se encuentra justo frente a los muelles de atraque de barcos -ver horarios de trenes-. En poco menos de media hora ya estábamos en la estación central de Cork, un cómodo viaje que nos ofreció unos paisajes realmente bellos. Tomamos contacto por primera vez con el verde paisaje irlandés y el pintoresco entorno donde se levanta la ciudad de Cork. Un corto paseo desde la estación de tren hasta el centro nos descubrió algunas de las iglesias que pueblan esta tranquila ciudad destacando entre otras la Iglesia de San Patrick. Luego continuamos el paseo por la orilla del río Lee en cuyas orillas se pueden ver antiguos almacenes construidos en ladrillo rojizo a los que hoy en día se les ha dado otras utilidades, entre ellas centros comerciales.