La especial configuración del trazado de las carreteras en Bali, debido en parte a su complicada orografía, hace que a la hora de planificar las visitas casi todo el mundo siga el mismo circuito para optimizar los tiempos de desplazamiento. De tal forma que si estás alojado en Ubud y quieres ir a conocer el Templo Madre, obligatoriamente continuarás hasta el inquietante Monte Agung y su precioso lago y seguramente en el camino de regreso a Ubud pasarás por las terrazas de los Arrozales de Tegalalang. Y eso mismo es lo que hicimos nosotros. El paisaje presidido por este inquietante volcán, el Monte Agung, es casi con toda probabilidad uno de los que más me atrapó y sorprendió dentro de la isla. De nuevo en la carretera de acceso a los aledaños del Volcán Agung había controles para que los turistas pasaran por caja, en este caso otras 65.000 rupias indonesias. Ya había comentado anteriormente que en Indonesia se paga por todo.