La Isla de Koh Samui fue nuestra puerta de entrada a este maravilloso país que es Tailandia. Aunque ya está muy metida en los circuitos turísticos, la parte más desarrollada se encuentra en el este de la isla, que es donde se concentran la mayoría de los hoteles y resorts de lujo a los pies de las playas de Chaweng, Lamai o Bo Phut, mientras que en la parte oeste no hay demasiadas infraestructuras turísticas. Nosotros llegamos a la capital administrativa de la isla, Nathon, una pequeña localidad muy fácil de recorrer a pie, y donde están la mayor parte de los mercados y las tiendas. Es un lugar verdaderamente tranquilo y apacible, donde el mayor bullicio lo encontramos en las tiendas y bazares que se distribuyen a través de sus calle principal, así como un par de bancos donde cambiamos nuestros primeros bahts en Tailandia. Nathon, que por otra parte tampoco tiene un excesivo interés, no recibe a demasiados turistas, a excepción del tráfico que generan los ferries que conectan con la parte continental y también con las otras islas, ya que la mayoría del turismo llega por vía aérea y se aloja en los numerosos hoteles en la parte opuesta de la isla.