miércoles, 28 de octubre de 2015

Chicago; el Millennium Park y el arte en la calle


Pasear por el distrito de los teatros es dar un recorrido por las obras y los musicales que aquí han sido representados durante décadas, los más importantes que hayan sido escritos. Esta zona de Chicago es muy agradable de pasear, bajo la sombra de algunos de los rascacielos financieros, y rodeados de esculturas por multitud de plazas y avenidas.

The James R. Thompson Center alberga en sus interior una fabulosa galería de arte, comercios de artesanía, tres plantas de restaurantes en un  edificio postmoderno. Su interior hueco que forma un enorme hall es utilizado habitualmente para conciertos y otros actos públicos. Merece la pena una visita a este gran edificio de arquitectura singular.



Impresionante el despliegue de obras de arte de los artistas más reputados del mundo que presenta Chicago en sus calles. No creo que haya otra ciudad en el mundo con semejante patrimonio público de tantísima calidad y con los reputados artistas que las crearon. La primera y en un intenso color rojo es la "Flamingo" de Alexander Calder, y justo a la derecha la monumental escultura de Pablo Picasso  en la Plaza Daley del centro de Chicago. Debajo a la izquierda la escultura de Joan Miró y a su derecha otra vista de la de Pablo Picasso. Son sólo un ejemplo de la riqueza artística de Chicago.






En la zona centro de Chicago está el distrito de teatros Loop. En él se distribuyen decenas de teatros y locales  donde todas las noches se sube el telón de sus escenarios. Es conocido como Broadway en Chicago y nosotros  pasamos revista a algunos de sus teatros más famosos. El Teatro Chicago ubicado en un imponente edificio resulta el más llamativo, aunque nuestro particular tour también nos acercó hasta el Palace y el Oriental. Nosotros le hicimos por el día pero a buen seguro que con la noche caída sobre Chicago los juegos de luces, los rótulos luminosos y la gente cubriendo las aceras antes de entrar al teatro lo dotarán de un encanto especial.









Sin duda una de las grandes atracciones de la ciudad de Chicago se encuentra en su Parque Millennium frente al Lago Michigan. Una gran explanada que da cobijo al esparcimiento lúdico de sus habitantes, a la cultura reunida entorno a un magnífico anfiteatro moderno, a la exposición de esculturas de los más afamados artistas mundiales como la fuente del español Jaume Plensa, al cuidado paisajismo de sus jardines. En resumen una zona imprescindible en cualquier visita a Chicago.


El Pabellón Jay Pritzker del famoso arquitecto canadiense Frank Gehry destaca en una de las cabeceras del Parque Millennium. Un anfiteatro que alberga múltiples actividades y conciertos con muchas particularidades. Es un salón de conciertos más avanzado tecnológicamente del mundo. Con una estudiada acústica para el disfrute de los 4000 espectadores sentados en su patio de butacas, se complementa con una campa de césped donde la gente puede disfrutar del mismo sonido envolvente gracias a la gran estructura tubular que sobrevuela dicha campa. Por cierto que disfrutar de los conciertos desde la campa es gratuito. El característico diseño del pabellón no se puede discutir que pertenece a Frank Gehry.


El Instituto del Arte de Chicago, un moderno edificio diseñado por Renzo Piano, uno de los mejores arquitectos del mundo, complementa al primitivo edificio y  alberga en sus instalaciones interiores la enorme colección de arte moderno. El Instituto de Arte dedica sus espacios no sólo a la pintura sino que también hay espacio para la escultura, fotografía y otras artes menos comunes y en total suma la colección  más grande de todos los Estados Unidos. Es una visita muy interesante y una de las actividades para hacer y no perderse en Chicago, al igual que conocer algún otro museo como el Museo Field o el Museo de Astronomía Adler ubicados también junto al Lago Michigan. El problema es que estas visitas roban mucho tiempo, y desgraciadamente los dos días de que disponíamos en la ciudad  no  daban para ello.


Pero si hay algún monumento que atrae a los turistas tanto como la miel a las moscas éste es sin duda la escultura conocida popularmente como "el Frejol", o la alubia. Aunque su nombre real es la Cloud Gate del escultor indio Anish Kapoor, y se supone que representa una gota de mercurio sobre la plaza. Hecha de acero pulido resulta una pasada como refleja el skyline de los edificios de la Avenida Michigan, y a todo turista que se acerque lo suficiente. Sin duda un juego de lo más divertido para los que visitamos la ciudad de los vientos.




Frente a "la alubia" se ubica todos los inviernos una pista de patinaje sobre hielo

Difícil resistirse a tirar un "selfie" frente a la escultura

Otra de las atracciones imprescindibles de Chicago es el Navy Pier. Un área de entretenimiento situado en un muelle que se adentra en el Lago Michigan donde encontrar restaurantes, tiendas, un pequeño parque de atracciones, y donde se puede embarcar en numerosos barcos turísticos para dar un paseo por el Lago Michigan o el Río de Chicago. Pero eso sólo si el las aguas del lago no están congeladas. Las esculturas públicas también tienen su hueco en el parque frente a la entrada del Navy Pier. Alguno ya se ha quedado congelado en su sofá debido a las gélidas temperaturas del invierno en Chicago.




A parte de la noria y de los carruseles el Navy Pier ofrece docenas de actividades dirigidas sobre todo a los más pequeños. Desde pabellones de espejos, exhibiciones interactivas o barcos a radio control hacen de este parque de Chicago uno de los lugares más populares para las familias. 


Desde el paseo del Navy Pier se puede disfrutar de una de las mejores vistas de la ciudad de Chicago y de su skyline. Y si es posible hacerlo coincidir con el atardecer para poder contemplar como el sol se esconde entre los rascacielos de ciudad de los vientos, esta experiencia tardará en borrarse de los recuerdos de quien lo disfrute.


De vuelta a la zona centro para ir a cenar en alguno de sus cientos de restaurantes nos cruzamos en la Avenida Michigan en plena Milla Magnífica con la famosa Torre del Agua. La torre fue uno de los pocos edificios antiguos que sobrevivieron y se mantuvo en pie tras el desolador incendio que destruyó la ciudad. Ésta se utilizaba para sacar y bombear agua desde el cercano Lago Michigan. La Torre del Agua y Estación de Bombeo de Chicago es hoy una galería de arte de la Oficina de Turismo de Chicago. Y esto es lo que dio de si nuestro paso por la ciudad de los vientos con la promesa de regresar con más tiempo.






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